Había
una vez un pobre guacho que era yo
En un país que tal vez ni
haya existido
Me quemaba el uniforme de
botón
Mi pelo al viento andaba al
borde del suicidio.
Yo hubiera querido
ser like a rolling stone
Pero me tuve que fumar a un tal Travolta
Más a pesar de todo pudo ser peor
Pensaba soñando en el Hotel
California
Para
ser bien sincero el rumbo de la nación
En esos tristes años me
importaba un bledo
Yo era un rockero sin lugar
ni vocación
Con berretines de puntero
izquierdo.
Para ellos yo era un comunista subversivo
Que socavaba las bases del proceso
Y todo el mundo era el enemigo
Malditos rojos aliados del infierno.
Pasó el invierno, llegó la
democracia
Todos tenían un pasado
socialista
El país vivía su fiesta
inolvidable
Todos llevaban al Che Guevara
en la camisa
Todos habían sido
amigos de Mateo
Todo era rocanrrol
y rebeldía
Todos cambiaban el
mate por un porro
Y archivaban el
buzo con las llamitas
Con
viento en contra y fama de ermitaño
Yo
oía tangos a la hora de la siesta
Me
fui volviendo cada vez más desconfiado
Y eso me hizo acertar más de
la cuenta
Anduve por ahí
desnorteado y aburrido
A contramano por las calles de la aldea
Juntando cosas que no sirven para nada
Para llevarme a la
final isla desierta
Hoy sigo siendo el mismo
soñador de pacotilla
Siempre peleado con este
mundo de enfermos
Tengo tres hijos que me escuchan
con cariño
Aunque ya estén pensando que
soy un viejo lelo.
Casi siempre me quedo en la vereda de enfrente
Mantengo parte de mis viejas utopías
Duermo tranquilo la mayor parte de las noches
No busco nada más que un lugar
para esconderme contigo.
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